Boxeo profesional: Volvió el "Rusito" Crenz y lo hizo con un nocaut en Gálvez

Este sábado por la noche volvió al ring el boxeador Alan Crenz. En una noche espectacular, el joven boxeador santotomesino noqueó, en el quinto asalto, en Gálvez a Exequiel Labat. 

En un intenso primer asalto, el Rusito dominó gran parte del tiempo. Labat fue un rival bravo, un guerrero, y no se la hizo fácil. En el segundo asalto, Crenz demostró mayor velocidad con las manos, logró meter un par de ganchos, pegó a fondo, estuvo a punto de tirarlo a la lona, pero el patagónico logró salir airoso. Fue un buen momento para el santafesino porque fue un pasaje en el cual mostró superioridad, pero lo tomó con calma. No hubo cuenta, no hubo caída, pero sí un dominio abrumador del santotomesino.

En la tercera vuelta, el oriundo de Trelew buscó contrarrestar los golpes, pero lo hizo sin la potencia de Crenz y por eso nunca lo alcanzó a conmover. Tuvo más variantes el Rusito, golpeó duro cuando lo hizo, y fue más claro que el rival. El boxeador local no dejó dudas, ante un rival que presentó un plan de pelea que no fue del todo efectivo ante un noqueador como Crenz. 

En la cuarta vuelta, Labat siempre buscó entrarle a Crenz, pero la andanada del local lo paralizó. Supo aguantar el patagónico los embates del santafesino. El ritmo de la pelea fue bajando, claro que el calor en Gálvez se hizo sentir y mucho. En el cierre del segmento, Crenz arrinconó a Labat, le metió varios golpes, y logró tirarlo a la lona. El árbitro Sandoval le contó al visitante, quien estaba muy sentido, se lo notaba mareado. Lo salvó la campana, de lo que podría haber sido un nocaut. 

En el anteúltimo round, Crenz buscó liquidar el pleito, el árbitro debió contarle de nuevo a Labat, y se dio lo que se veía venir; el nocaut técnico del santafesino. Fue una definición categórica, que le permitió acumular su sexto triunfo en siete presentaciones. Quedó muy clara la diferencia entre el santafesino y el chubutense, castigó en los momentos oportunos, y con calidad de golpes. Cantidad y calidad. El triunfo habla por sí sólo.